26/03/2015 16:17:00
La causa del fin del amor entre el deportista y la modelo argentina habría sido otra mujer: Melina Figueroa, que ingresó al encierro del amor y separó a la pareja.
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Todos pensaron que la entrada de la brasileña Michelle Carvalho, ex del deportista Pedro Astorga (entre otros), iba a causar estragos en la relación que el kayakista mantiene con la modelo argentina Romina Ansaldo en el encierro parajero de Amor a Prueba. Pero no. Y no porque Michelle esté con unos kilitos de más –algo que ha dado pie a diversas notas y comentarios como si unos cuantos kilos de más no fuera un problema con el que todos han convivido alguna vez– ni porque la brasileña no lo haya joteado. Fue otra fémina la causante de que el amor entre Pedro y Romina llegara a su fin: Melina Figueroa, la ex de Andrés Longton. Así lo confirmó el informado periodista Michael Roldán en Intrusos de La Red, quien estaba al tanto de todo el cahuín. "Romina estaba de cumpleaños y se lo celebraron dentro del reality. El día anterior la producción le dice a Astorga que le tenían un regalo y que querían que él se lo pasara", contó Guagüito en una narración que a los panelistas de Intrusos les parecía de lo más normal. "Pero su respuesta fue que él no se prestaba para ese circo". "¿Pero cómo? ¡Si es su pololo! ¿Qué se cree? ¿O no quiso pasarle un regalo que no es de él? ¿O ya no estarían juntos para esa celebración?", fueron las réplicas que al unísono compartían los presentes en el programa de farándula. Pero las fuentes de Guagüito, que pertenecen a la familia de la argentina, le dijeron que nunca les gustó el deportista. "Se aprovecha de ella", le dijeron al periodista "Él conquista a las minas de la peor manera: con un insulto. A mí me cayó mal desde el principio, porque llegó en la parada de que él iba a competir pero no se iba a meter en los enredos del amor", señaló José Miguel Villouta en una buena acotación, porque ahora el deportista sucumbió ante la entrada de Melina y, con ello, el reality de Mega logró su propósito: demostrar que ante las flechas de Cupido nadie le puede hacer el quite.
La causa del fin del amor entre el deportista y la modelo argentina habría sido otra mujer: Melina Figueroa, que ingresó al encierro del amor y separó a la pareja.
Todos pensaron que la entrada de la brasileña Michelle Carvalho, ex del deportista Pedro Astorga (entre otros), iba a causar estragos en la relación que el kayakista mantiene con la modelo argentina Romina Ansaldo en el encierro parajero de Amor a Prueba. Pero no. Y no porque Michelle esté con unos kilitos de más –algo que ha dado pie a diversas notas y comentarios como si unos cuantos kilos de más no fuera un problema con el que todos han convivido alguna vez– ni porque la brasileña no lo haya joteado. Fue otra fémina la causante de que el amor entre Pedro y Romina llegara a su fin: Melina Figueroa, la ex de Andrés Longton. Así lo confirmó el informado periodista Michael Roldán en Intrusos de La Red, quien estaba al tanto de todo el cahuín. "Romina estaba de cumpleaños y se lo celebraron dentro del reality. El día anterior la producción le dice a Astorga que le tenían un regalo y que querían que él se lo pasara", contó Guagüito en una narración que a los panelistas de Intrusos les parecía de lo más normal. "Pero su respuesta fue que él no se prestaba para ese circo". "¿Pero cómo? ¡Si es su pololo! ¿Qué se cree? ¿O no quiso pasarle un regalo que no es de él? ¿O ya no estarían juntos para esa celebración?", fueron las réplicas que al unísono compartían los presentes en el programa de farándula. Pero las fuentes de Guagüito, que pertenecen a la familia de la argentina, le dijeron que nunca les gustó el deportista. "Se aprovecha de ella", le dijeron al periodista "Él conquista a las minas de la peor manera: con un insulto. A mí me cayó mal desde el principio, porque llegó en la parada de que él iba a competir pero no se iba a meter en los enredos del amor", señaló José Miguel Villouta en una buena acotación, porque ahora el deportista sucumbió ante la entrada de Melina y, con ello, el reality de Mega logró su propósito: demostrar que ante las flechas de Cupido nadie le puede hacer el quite.