05/11/2014 8:47:00
Se la vio desde adolescente en las pantallas chilenas. Fue conductora de varios programas, leyó las noticias, se cambió de canales. Ahora es una periodista de tomo y lomo y en “Mentiras verdaderas” dejó claro por qué se ha transformado en una mujer asertiva, crítica y con opinión.
"Que es simpática e inteligente" coincidían casi todos los tweets que mandaba el público al programa que conduce Jean Philippe Cretton en La Red. Y es que la periodista Rayén Araya saca suspiros y la gente le tiene cariño. Mal que mal la vimos en pantalla desde chiquitita, cuando se presentó al –antes emblemático y ahora alicaído– concurso Miss 17 hasta la conducción de Extra Jóvenes. Luego pasó por Canal 13, programas musicales, Megavisión y ahora desembarcó en radio Bío- Bío en donde conduce un noticiero con Nibaldo Mosciatti. Pero el camino no ha sido fácil para Rayén. Le costó dar con un lugar de trabajo en el que se sintiera cómoda, así como definir su look. Tuvo que cambiar su característico pelo rojo a castaño y polerita corta por traje dos piezas. Es que para leer noticias y ser periodista hay que ponerse seria. Y Rayén lo entendió bien. Porque lo que ahora se ve es una mujer hecha y derecha, con opinión y que defiende que los espacios de noticias sean un lugar de información y no de entretención. "Tuve problemas editoriales en casi todos los lugares en los que trabajé. Me fui de Megavisión porque me tocó justo una época de cambios. El espacio se alargó en casi media hora más y se incluyó una sección de reportajes. Ahí se mostraban veinte minutos de todo tipo de cosas, como la ruta del completo", dijo la periodista que confesó que su límite fue la vez en que –en plena marcha estudiantil y ante una de las protestas más masivas que hubo en Santiago– el canal decidió utilizar esos veinte minutos en un reportaje sobre los errores del cine. Anunció su matrimonio también. Pero no habló mucho de su vida privada. Porque se ha vuelto sabia Rayén. "Exponer lo personal se puede transformar en un boomerang", acotó la novia, haciendo una clara distinción con sus ex compañeros de la juventud, Paloma Aliaga y Daniel Valenzuela. La chilena que vivió en Panamá hasta los dieciséis años y que le encanta ver boxeo, tiene las cosas claras. Y que buen camino hizo alejándose de sus inicios, probándose en distintos roles, explorando el mundo laboral, cambiándose de vestimenta. Porque ver a una chica inteligente en la pantalla siempre se agradece.
Se la vio desde adolescente en las pantallas chilenas. Fue conductora de varios programas, leyó las noticias, se cambió de canales. Ahora es una periodista de tomo y lomo y en “Mentiras verdaderas” dejó claro por qué se ha transformado en una mujer asertiva, crítica y con opinión.
"Que es simpática e inteligente" coincidían casi todos los tweets que mandaba el público al programa que conduce Jean Philippe Cretton en La Red. Y es que la periodista Rayén Araya saca suspiros y la gente le tiene cariño. Mal que mal la vimos en pantalla desde chiquitita, cuando se presentó al –antes emblemático y ahora alicaído– concurso Miss 17 hasta la conducción de Extra Jóvenes. Luego pasó por Canal 13, programas musicales, Megavisión y ahora desembarcó en radio Bío- Bío en donde conduce un noticiero con Nibaldo Mosciatti. Pero el camino no ha sido fácil para Rayén. Le costó dar con un lugar de trabajo en el que se sintiera cómoda, así como definir su look. Tuvo que cambiar su característico pelo rojo a castaño y polerita corta por traje dos piezas. Es que para leer noticias y ser periodista hay que ponerse seria. Y Rayén lo entendió bien. Porque lo que ahora se ve es una mujer hecha y derecha, con opinión y que defiende que los espacios de noticias sean un lugar de información y no de entretención. "Tuve problemas editoriales en casi todos los lugares en los que trabajé. Me fui de Megavisión porque me tocó justo una época de cambios. El espacio se alargó en casi media hora más y se incluyó una sección de reportajes. Ahí se mostraban veinte minutos de todo tipo de cosas, como la ruta del completo", dijo la periodista que confesó que su límite fue la vez en que –en plena marcha estudiantil y ante una de las protestas más masivas que hubo en Santiago– el canal decidió utilizar esos veinte minutos en un reportaje sobre los errores del cine. Anunció su matrimonio también. Pero no habló mucho de su vida privada. Porque se ha vuelto sabia Rayén. "Exponer lo personal se puede transformar en un boomerang", acotó la novia, haciendo una clara distinción con sus ex compañeros de la juventud, Paloma Aliaga y Daniel Valenzuela. La chilena que vivió en Panamá hasta los dieciséis años y que le encanta ver boxeo, tiene las cosas claras. Y que buen camino hizo alejándose de sus inicios, probándose en distintos roles, explorando el mundo laboral, cambiándose de vestimenta. Porque ver a una chica inteligente en la pantalla siempre se agradece.