23/10/2014 8:40:00
Lo mejor de lo mejor de Estamos invitados, conducido por Mario Kreutzberger, se transmitió este miércoles por Canal 13. Quedó demostrado que con una sola palabra quiebra hasta al más duro.
![Foto Nota]()
"Don Corleone". Así le dijo Mike Patton, el conocido vocalista de Faith No More a Don Francis para una Teletón. Y cómo acertó. Nuestro rostro televisivo por antonomasia, mueve sus hilos en cualquier set que le pongan por delante y abre corazones, saca confesiones, hace reír, pero por sobre todo, hace llorar. No hay nadie que se salve: Pablo Longueira, Leonor Varela, Iván Fuentes, Juan Manuel Astorga, Cecilia Rovaretti y tantos otros más que estuvieron en el programa Estamos Invitados. La selección de lo mejor, fue por temas. Como también la selección de los invitados. Todos comparten algo: experiencias, puntos de vista, fracasos. Pasó con la depresión, enfermedad que padecieron tanto Stefan Kramer como Pablo Longueira. "Pasas a ser un miserable, uno es como un árbol que hay que regar", decía el político que tuvo que renunciar a su campaña presidencial por culpa de la enfermedad. "Es que es muy dura", remató. Después el turno fue de esos videos que sacan lágrimas. Los hijos que en cámara dicen algo al padre ausente, el marido que dice cuánto ama a su esposa, la monjita que da gracias al benefactor. Todos los recursos son bienvenidos para abrir el corazón. Le pasó a Iván Fuentes, el sureño que hizo remover conciencias exigiendo un Estado más presente. Dos de sus hijos salieron en pantalla diciendo cuánto lo extrañaban, porque el líder sindical llega los viernes a su casa y debe partir el domingo. Uno de los hijos se quiebra en pantalla e Iván estalla en llanto. "Todo tiene su costo", repite como un mantra el líder sindical y continúa: "Así como el cantante debe ir a trabajar, un agricultor tiene su huerta, todos tenemos objetivos que cumplir". Y ante la pregunta de Don Francis por cuál era ese objetivo, el rostro de Aysén contesta: "Entregar un mensaje". Se habló también de la homosexualidad con Pablo Simonetti y Juan Manuel Astorga como estandartes; de los hijos con José Miguel Viñuela, que ha rehuido al matrimonio y a los retoños pero que los desea y Katherine Salosny, que ya no los tuvo pero que contó que alguna vez pensó en adoptar y lo engorroso que es el sistema en Chile para personas solas. Después fue el turno de las separaciones con Francisco Pérez Bannen, Amaro Gómez-Pablo y Amaya Forch relatando sus experiencias. La risa estuvo a cargo a Stefan Kramer que casi llegó a imitar las cincuenta voces que tiene como repertorio en casi cinco minutos. Pero sin duda, lo mejor de Estamos invitados es humanizar a todos nuestros rostros y líderes. Porque todos somos humanos, porque todos lloramos.
Lo mejor de lo mejor de Estamos invitados, conducido por Mario Kreutzberger, se transmitió este miércoles por Canal 13. Quedó demostrado que con una sola palabra quiebra hasta al más duro.

"Don Corleone". Así le dijo Mike Patton, el conocido vocalista de Faith No More a Don Francis para una Teletón. Y cómo acertó. Nuestro rostro televisivo por antonomasia, mueve sus hilos en cualquier set que le pongan por delante y abre corazones, saca confesiones, hace reír, pero por sobre todo, hace llorar. No hay nadie que se salve: Pablo Longueira, Leonor Varela, Iván Fuentes, Juan Manuel Astorga, Cecilia Rovaretti y tantos otros más que estuvieron en el programa Estamos Invitados. La selección de lo mejor, fue por temas. Como también la selección de los invitados. Todos comparten algo: experiencias, puntos de vista, fracasos. Pasó con la depresión, enfermedad que padecieron tanto Stefan Kramer como Pablo Longueira. "Pasas a ser un miserable, uno es como un árbol que hay que regar", decía el político que tuvo que renunciar a su campaña presidencial por culpa de la enfermedad. "Es que es muy dura", remató. Después el turno fue de esos videos que sacan lágrimas. Los hijos que en cámara dicen algo al padre ausente, el marido que dice cuánto ama a su esposa, la monjita que da gracias al benefactor. Todos los recursos son bienvenidos para abrir el corazón. Le pasó a Iván Fuentes, el sureño que hizo remover conciencias exigiendo un Estado más presente. Dos de sus hijos salieron en pantalla diciendo cuánto lo extrañaban, porque el líder sindical llega los viernes a su casa y debe partir el domingo. Uno de los hijos se quiebra en pantalla e Iván estalla en llanto. "Todo tiene su costo", repite como un mantra el líder sindical y continúa: "Así como el cantante debe ir a trabajar, un agricultor tiene su huerta, todos tenemos objetivos que cumplir". Y ante la pregunta de Don Francis por cuál era ese objetivo, el rostro de Aysén contesta: "Entregar un mensaje". Se habló también de la homosexualidad con Pablo Simonetti y Juan Manuel Astorga como estandartes; de los hijos con José Miguel Viñuela, que ha rehuido al matrimonio y a los retoños pero que los desea y Katherine Salosny, que ya no los tuvo pero que contó que alguna vez pensó en adoptar y lo engorroso que es el sistema en Chile para personas solas. Después fue el turno de las separaciones con Francisco Pérez Bannen, Amaro Gómez-Pablo y Amaya Forch relatando sus experiencias. La risa estuvo a cargo a Stefan Kramer que casi llegó a imitar las cincuenta voces que tiene como repertorio en casi cinco minutos. Pero sin duda, lo mejor de Estamos invitados es humanizar a todos nuestros rostros y líderes. Porque todos somos humanos, porque todos lloramos.