27/02/2014 7:48:29
Según el opinólogo de SAV, de Mega, la principal causa de los roces entre los animadores se debería a un problema con la altura que tendría Araneda.
Todo el mundo lo comenta: Rafael Araneda y Carola de Moras, los animadores del Festival de Viña, esos que uno ha visto ya por cuatro días darse piquitos al saludar al Monstruo, se llevarían mal tras bambalinas. Pésimo. Dicen que no se hablan. Que se evitan. Y que toda su zalamería en el escenario sería una actuación. Hay muchas especulaciones sobre los motivos de esta enemistad. Anteayer, Pamela Jiles aseguró que se debía a que la Caro ya no quiere ser más una mujer gomero. De lo que se entiende de la teoría de la periodista, es que la estrategia comunicacional de la modelo buscaría convertirla en una especie de planta carnívora, que saque las garras, para comerse vivo al animador y ser la estrella. Así, como una bruja mala y perversa de película de Disney, que hace lo posible por destronar al angelical Rafita. Si eso ya suena disparatado, lo que comentó ayer al mediodía Andrés Baile, en SAV, de Mega, es peor. Y un poco zonzo. Según él, la mala onda entre la De Moras y Araneda tendría el siguiente origen: "Todo nace cuando a Rafael Araneda le preguntan qué le parece que la próxima animadora del Festival sea Carola de Moras. Él dijo: 'Yo no tengo ningún problema, pero lo único que voy a exigir es que Carola de Moras no use taco alto. Y no es chiste. En todas las pasadas Carola de Moras se ha visto mucho, mucho, más alta que él. A todas las actividades llegan en autos separados. Y les puedo contar que en el escenario de la Quinta Vergara tienen camarines separados. Cuando hay buena onda pueden ver el festival juntos... Pero momento: es más. Sólo se juntan cuando tienen que subir al escenario de la Quinta Vergara. Otro dato: cuando le dicen a ambos animadores que tienen que estar listos para entrar al escenario, siempre el Rafa deja esperando más de cinco minutos a la señorita Carola de Moras. Todo por un simple taco, que ella no quiso bajarlo para que tengan la misma altura". ¿Tendrá razón? ¿Será tan acomplejado el Rafa? ¿La Carolita buscará opacarlo mostrándole al mundo lo alta que es? ¿Se ganará Baile el Premio Nacional de Periodismo por su profunda investigación?
Según el opinólogo de SAV, de Mega, la principal causa de los roces entre los animadores se debería a un problema con la altura que tendría Araneda.
Todo el mundo lo comenta: Rafael Araneda y Carola de Moras, los animadores del Festival de Viña, esos que uno ha visto ya por cuatro días darse piquitos al saludar al Monstruo, se llevarían mal tras bambalinas. Pésimo. Dicen que no se hablan. Que se evitan. Y que toda su zalamería en el escenario sería una actuación. Hay muchas especulaciones sobre los motivos de esta enemistad. Anteayer, Pamela Jiles aseguró que se debía a que la Caro ya no quiere ser más una mujer gomero. De lo que se entiende de la teoría de la periodista, es que la estrategia comunicacional de la modelo buscaría convertirla en una especie de planta carnívora, que saque las garras, para comerse vivo al animador y ser la estrella. Así, como una bruja mala y perversa de película de Disney, que hace lo posible por destronar al angelical Rafita. Si eso ya suena disparatado, lo que comentó ayer al mediodía Andrés Baile, en SAV, de Mega, es peor. Y un poco zonzo. Según él, la mala onda entre la De Moras y Araneda tendría el siguiente origen: "Todo nace cuando a Rafael Araneda le preguntan qué le parece que la próxima animadora del Festival sea Carola de Moras. Él dijo: 'Yo no tengo ningún problema, pero lo único que voy a exigir es que Carola de Moras no use taco alto. Y no es chiste. En todas las pasadas Carola de Moras se ha visto mucho, mucho, más alta que él. A todas las actividades llegan en autos separados. Y les puedo contar que en el escenario de la Quinta Vergara tienen camarines separados. Cuando hay buena onda pueden ver el festival juntos... Pero momento: es más. Sólo se juntan cuando tienen que subir al escenario de la Quinta Vergara. Otro dato: cuando le dicen a ambos animadores que tienen que estar listos para entrar al escenario, siempre el Rafa deja esperando más de cinco minutos a la señorita Carola de Moras. Todo por un simple taco, que ella no quiso bajarlo para que tengan la misma altura". ¿Tendrá razón? ¿Será tan acomplejado el Rafa? ¿La Carolita buscará opacarlo mostrándole al mundo lo alta que es? ¿Se ganará Baile el Premio Nacional de Periodismo por su profunda investigación?