12/03/2014 7:50:00
Por segunda noche consecutiva, la periodista hizo alusión a esa parte de su anatomía que parece obsesionarla, culpando a su compañero de trabajo de propasarse ante las cámaras de Vigilantes en La Red.
Fue todo muy rápido. Anoche en Vigilantes, de La Red, estaban hablando del cambio de mando y decidieron ponerle una banda presidencial a Margarita Hantke. El encargado de realizar la solemne tarea sería el formal Felipe Avello. Iba todo perfecto. De repente, se escucha un grito: "¡Me tocó una pechuga!". La voz de nuestra Margareth resuena en el estudio. (Pero la verdad, querida, es que el "pececillo" ya lo había hecho a diestra y siniestra antes de que tú alzaras la voz). "Me pidieron que arreglara la banda presidencial y eso hice. ¿Sería un gesto distinto?", replica ofendido Felipe. "Claro e hizo así", asegura la Hantke posando sus manos sobre el lado derecho de su busto. Y Copano, tratando de hacerse el serio, le dice a Avello que está castigado por ese bloque y que se retire del set. "Si no se me quiere acá, como un demócrata me voy. Simplemente cumplí con los designios que a mí se me designó", reclama entrampado el acusado. Teresita Reyes, que está de invitada, le pregunta: "A ver, ¿pero le tocaste una pechuga o las dos?". Él responde que le pasó a rozar una. ¡Se pasó de exagerada la Margarita! Entonces, antes de partir a su exilio de minutos, opta por cantarle acompañado de su bongó a la víctima de su abuso. Y dice así: "Margarita ha sufrido / algo ella ha vivido / Tiene un cuerpo singular / ideal para el amar / Tiene un mirar hermoso / y unos labios muy carnosos / El marido le fue infiel / Ay, qué tonto era él". Tierno. Tanto que ella se ríe a carcajadas. Es que bueno, después de todo, no fue tan grave: si anoche Avello las tocó físicamente, la del lunes la propia periodista las utilizó de ejemplo para hablar de un tema. Como que parece obsesión, ¿o no?
Por segunda noche consecutiva, la periodista hizo alusión a esa parte de su anatomía que parece obsesionarla, culpando a su compañero de trabajo de propasarse ante las cámaras de Vigilantes en La Red.
Fue todo muy rápido. Anoche en Vigilantes, de La Red, estaban hablando del cambio de mando y decidieron ponerle una banda presidencial a Margarita Hantke. El encargado de realizar la solemne tarea sería el formal Felipe Avello. Iba todo perfecto. De repente, se escucha un grito: "¡Me tocó una pechuga!". La voz de nuestra Margareth resuena en el estudio. (Pero la verdad, querida, es que el "pececillo" ya lo había hecho a diestra y siniestra antes de que tú alzaras la voz). "Me pidieron que arreglara la banda presidencial y eso hice. ¿Sería un gesto distinto?", replica ofendido Felipe. "Claro e hizo así", asegura la Hantke posando sus manos sobre el lado derecho de su busto. Y Copano, tratando de hacerse el serio, le dice a Avello que está castigado por ese bloque y que se retire del set. "Si no se me quiere acá, como un demócrata me voy. Simplemente cumplí con los designios que a mí se me designó", reclama entrampado el acusado. Teresita Reyes, que está de invitada, le pregunta: "A ver, ¿pero le tocaste una pechuga o las dos?". Él responde que le pasó a rozar una. ¡Se pasó de exagerada la Margarita! Entonces, antes de partir a su exilio de minutos, opta por cantarle acompañado de su bongó a la víctima de su abuso. Y dice así: "Margarita ha sufrido / algo ella ha vivido / Tiene un cuerpo singular / ideal para el amar / Tiene un mirar hermoso / y unos labios muy carnosos / El marido le fue infiel / Ay, qué tonto era él". Tierno. Tanto que ella se ríe a carcajadas. Es que bueno, después de todo, no fue tan grave: si anoche Avello las tocó físicamente, la del lunes la propia periodista las utilizó de ejemplo para hablar de un tema. Como que parece obsesión, ¿o no?