La conductora de Intrusos aseguró que un "productor ejecutivo" del matinal la traumatizó por su supuesto sobrepeso. "Me sentí con la moral por el suelo", recordó.
El trato a los rostros de televisión por aspecto físico sigue siendo tema en el mundo del espectáculo. Ahora fue la conductora de Intrusos, Jennifer Warner, quien recordó el tormento que vivió por su supuesto sobrepeso durante su paso por el matinal Buenos Días a Todos. La periodista señaló en el panel del programa farandulero que un "productor ejecutivo" del espacio de TVN la trató de "gorda" y la mandó a "cerrar la boca" para seguir en pantalla. "Cuando volví al Buenos Días a Todos, en mi segunda oportunidad, que duré un mes, empecé a negociar mi incorporación durante el mes de noviembre-diciembre. Y el productor general de ese programa me dijo: ‘Oye, ¿pero tú vas a volver a la pantalla así de gorda? Me dijo: ‘Oye, ¿pero tú vas a volver así? Ponte las pilas, cierra la boca un poco, que te quedan pocas semanas para volver a pantalla’", expresó, en declaraciones recogidas por Glamorama. Tras esto, Warner aseguró que quedó traumatizada con las palabras de la producción del espacio, la que según ella, no se preocupaba de los aspectos fundamentales de su labor. “Te juro por Dios que yo me fui para mi casa con la moral por el suelo, diciendo: ‘¿Qué onda, todo lo que yo he hecho, todo lo que yo soy como periodista, las cosas que hice en este mismo espacio, no valen nada?’. Y por tener 5 kilos o 10 kilos más”, expresó. La periodista de todos modos reconoció que "obviamente me fui para mi casa a tomar agua y comer lechuga durante tres semanas. Creo que bajé 4 o 5 kilos, pero así, corriendo, haciendo deporte". Las declaraciones de Warner surgieron mientras el panel debatía por los dichos de la periodista de CHV, Karina Álvarez, quien se refirió a la diferencia de juicio que hay con respecto a la apariencia de mujeres y hombres en pantalla, y aseguró que “hay un montón de lectores de noticias que están con sobrepeso”.