27/10/2014 8:30:00
Este domingo fue el primer capítulo de MasterChef transmitido por Canal 13. Conducido por Diana Bolocco y para aficionados a la cocina, el reality es una prueba de que ser diferente la lleva en Chile y que la inclusión no es solo un tema educacional. También es un tema gastronómico.
En 1990 fue la primera edición de MasterChef en Reino Unido. Veinticuatro años más tarde se estrena en Chile. Sí, leyó bien: veinticuatro años después. Una rapidez alucinante para emular programas exitosos. Y como si fuera poco no hay solo uno de estos formatos al aire, sino dos. MasterChef compite con Top Chef que transmite TVN hace algunas semanas. El primero es de aficionados a la cocina y el segundo de cocineros profesionales. Un acierto.
El nuevo programa, que anoche tuvo su primera edición tiene tres exigentes jurados: Christopher Carpentier, Yann Ivin y Ennio Carota. Ellos fueron los encargados de darle una cuchara a los cuarenta elegidos de más de cien que llegaron al Paseo Bulnes (el polémico casting que fue
acusado de trucho por algunos participantes) y luego un delantal a los que pasaron la segunda prueba. En esta los cuarenta fanáticos de la cocina tuvieron 45 minutos para preparar el plato de sus vidas y cinco para emplatar. Hubo de todo. Tomaticán, pollo arvejado, chunchules, harta pasta y merkén.
Pero MasterChef es sobre todo una prueba de inclusividad. Eso que tanto buscamos en la educación está aquí y basta prender la pantallita, poner el canal del angelito y darse cuenta que aquí todos tienen su lugar: la abuelita, la jovencita de 17 años, la señora que es ciega, la persona de esfuerzo, el payaso hiperkinético, la niña bonita. Todos tienen su espacio, todos son bienvenidos.
En su debut, el programa promedió 16.6 puntos on line, y alcanzó peak de 19 unidades. En ese horario, TVN tuvo 3.7; Mega 27.7 y CHV 4.5 puntos.